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4 nov 2024

Seguiremos hablándole a una pared?

Esto no es broma . Vivimos hablando a una pared.

Mi abuela decía: a Dios rezando (rogando) y con el mazo dando. No basta rezar, también hay que hacer.Cada uno de nosotros puede modificar las cosas. Una de ellas es no permitirse construir grietas de ningún tipo y sentar a tu mesa al que piensa distinto o es de otra creencia religiosa, con respeto. Todo empieza desde el día que uno empieza a hacer. 






30 oct 2021

Esas pequeñas cosas que tiene la vida...

 De chica tuve de libro de cabecera: "La importancia de vivir" de Lin Yutang que me enseñó fundamentalmente a disfrutar de las pequeñas cosas. No sólo si tenés sed poder tomar algo que la calme, sino una flor, un perfume, un paisaje. O lo que me pasó en el mes de octubre. Les conté de mi afición a la jardinería durante la pandemia. Revisando el estado de mis plantas me encontré con esto en mi ventana:

La proximidad en estos casos es muy importante. Poder tener a la madre al alcance de la mano y establecer códigos de convivencia resultó ser un grato trabajo.

. Se dejó fotografiar, no salió volando. Pero a veces se iba. Como pueden apreciar, eso amarillito es su cría:
Incubó los huevitos desde el 3 de octubre al 12 de octubre...Y crecieron. Casi no cabían las dos crías en el ancho de la maceta pero ahí quedaban y la madre venía a darles de comer con el señor palomo y a dormir con ellos.


Pero el 25 de octubre uno ya se había ido. Y acá es donde para mí se puso preocupante la situación. El que quedó parecía triste. Arrinconado en la noche. A la madre no vi. Totalmente solo en un rincón. Ya el vidrio no era necesario. Ni se movía cuando me acercaba. Y si no volaba?. Con tanto calor, capaz estuviera enfermo. Como verán les puse agua. Pero no podía ayudarlo a comer...

Pero tal como lo debían tener programado, al otro día no estaba.
La historia no concluye ahí. Hoy voy a arreglar la planta y veo a uno de los pequeños paradito en el borde de la jardinera , se quedó un rato mirándome y luego se fue. Parece que las aves dejan el nido vacío pero no se van del todo. Toda una relación de respeto. 





10 may 2021

El respeto no siempre se entiende...


 El tema es no invadir el mundo de los demás. A veces se interpreta como indiferencia, desapego y tan solo es esperar para no invadir. Y si eso es por cariño...vale!!!

30 dic 2019

Un gobierno que no tiene honra.


A qué nos pueden obligar?. Qué pasa si no producimos?. Podemos ver el mundo desde donde lo miran ellos?. Pueden obligarnos a la doble indemnización, qué más?.
NUNCA GOBERNARON SIN EL RESPETO O EL MIEDO DEL PUEBLO. Y EN ESTE CASO SE LA VAN A VER CON ESO.
Como no tienen honra NO PUEDEN TENER AUTORIDAD y la gente les perdió el miedo porque saben que en esto se les va la vida..
No le pueden pedir al pueblo lo que ellos no tienen. No pueden pedir nada porque no pueden ser obedecidos. Colmaron la deshonra. Colmaron los niveles tolerables.
No los pueden respetar. Los ven ladrones comprobados y no los pueden obedecer.
Porque han perdido la honra, la confianza, la fe. Porque el pueblo sabe que le robaron a mansalva. No podés poner tu vida y tu ganancia en manos de quienes te la pueden sacar.

28 oct 2015

Eso....

Los límites los ponemos nosotros. Y somos nosotros los que nos dejamos atropellar. En política cuando uno deja los lugares vacíos, alguien lo ocupa. Y los argentinos estamos acostumbrados a dejar los espacios vacíos y los ocupan los tramposos. Fíjense qué simple es poner los límites....
A veces se pasan los límites para no cometer una infracción, como elección entre dos males. El amarillo del semáforo es corto, no hay semáforos que te indiquen el tiempo que hay para pasar y podés tener que frenar para no pasar en rojo y te encontrás que el auto de atrás no te deja lugar para volver a un lugar adecuado.
Pero hay muchos que pasan los límites con impunidad y es el pueblo el que puede enseñarles que no pasen los límites de las rayas.

8 oct 2010

Cada uno con una escoba!!!



Cuando yo era un niño, dice el Dr. Mario Rosen, en mi casa me enseñaron a honrar reglas sagradas:
Regla N° 1: las reglas no se discuten.
Regla N° 2: se debe respetar a papá y mamá
Regla N° 3: No sea insolente. .

Era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar desde el “lavarse las manos antes de sentarse a la mesa”. Las reglas me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas. Y me ordenaban porque es bueno saber a qué atenerse. De lo contrario, uno tiene la sensación de abismo, abandono y ausencia.
Desafiar “las reglas” mediante el sano y excitante proceso de la “travesura” acerca al borde del universo familiar y permite conocer exactamente los límites si al ser descubierto o denunciado es castigado apropiadamente. Castigo no significa agresión, significa privarnos de algo por un tiempo para conocer los límites.
La travesura y el castigo pertenecen a un mismo sabio proceso: permiten mantener intacta la salud mental. Uno vive en un mundo predecible.
El castigo es una salida terapéutica y elegante para todos, pues aleja al rencor y trasquila a los privilegios. A tal travesura tal castigo. Nunca amenazar con algo que no se pueda cumplir.
Si hay justicia, porque “el que las hace las paga” y hay piedad, porque uno cumplida la condena estipulada es dispensado, la dignidad quedaba intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto más y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tendrá la convicción de que será atrapado tarde o temprano, así que hay que pensar muy bien antes de sacar los pies del plato.
La insolencia colectiva, que cuando se rompen las reglas, nadie se hace responsable haciendo lo que se necesita para poner las cosas en su lugar, tiene un solo antídoto: la responsabilidad individual. Ése es el desafío.
Si ve a alguien tirando un papel en la calle, simplemente levántelo usted y cumpla con la regla 1. No va a pasar mucho tiempo en que seamos varios para levantar un mismo papel.
Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no pase ningún vehículo, quédese parado y ¡respete la regla!!
Si es un automovilista respete los semáforos, y respete los derechos del peatón.
Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.
¿A USTED QUÉ LE PARECE? ¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE?
Dr. Mario Rosen

Interesante reflexión y como decía Roberto Arlt: «El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo» y esa es la única prepotencia que vale la pena.