3 jun 2025

Con la corrupción no se compite, se la combate.


Mariano Federici nos explica una vez más frente a lo que nos encontramos:
"Que un corrupto condenado compita en política no solo vulnera la integridad democrática: representa un serio riesgo para la estabilidad macroeconómica. Porque la corrupción: •Distorsiona la competencia, premiando a quienes pactan con el poder en detrimento de quienes actúan conforme a la ley. •Introduce capitales de origen ilícito que alteran precios y condiciones en los mercados, afectando su transparencia y eficiencia. 
•Erosiona la seguridad jurídica al permitir que los responsables eludan a la justicia desde el poder político. •Disuade la inversión real de largo plazo, indispensable para afianzar el crecimiento, la generación de empleo y la reducción de la pobreza.
 •Aumenta el riesgo país incluso para inversores financieros, que perciben la corrupción como una amenaza directa a la rentabilidad de sus activos. 
•Reactiva traumas históricos: en países como Argentina, la persistencia de corruptos en la vida pública revive ciclos pasados de saqueos, demanejos, y colapso. 
•Alimenta otras formas graves de criminalidad, debilitando la protección física de activos e inversiones. 
•Destruye la institucionalidad y la justicia, pilares esenciales para la previsibilidad y el cumplimiento de contratos. 
Por eso, si se aspira a una economía sana, los corruptos deben cumplir sus condenas detenidos y reparar el daño causado devolviendo lo robado…no aspirar a cargos públicos."

Agrego, Acá no está en acompañar o no a Milei o a Macri, el tema es que han resuelto dejar viva a la mafia o que se desenmascararon que la mafia los tiene a ellos de vivos. Qué permitan que ella sea candidata es una cuestión política, no judicial. Están entregados. Nosotros, no.

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