Dónde nos llevan los K y ahora ya sabemos a dónde nos llevaron...
2 ago 2015
Nos manipularon con la indignación.
El kirchnerismo en claro afán de
controlarlo todo, lo ha conseguido con eficacia durante doce años. El “vamos por todo” significó la
intervención de todo lo que sea estatalmente intervenible: el
espacio público, las instituciones, los sectores productivos, los
medios, la historia, la culpa, las pruebas, la escena, la justicia,
el delito, el voto, el miedo.
En doce años alcanzó el paroxismo de
blanquear que miente. Juega sabiendo que el otro sabe que está
mintiendo a fin de generarle indignación (se acuerdan que les hablé varias veces que Borges decía que una buena jugada de truco era aquella que se hacía mintiendo con la verdad (y que no te crean)?). Lo sostuvo con lo que fuera que nos indigne. Entendió prontamente que la indignación es el
límite de los indignados porque ningún opositor entendió cómo
capitalizar esa indignación. Los indignados quedaron
refunfuñando en soledad, sin interlocutor ante quien cada día
imponía agenda, discurso, temores.
Las técnicas que según Chomsky utilizan los medios para manipular realidades las aplicaron unas a unas potenciándolas los kirchneristas hasta anularnos.
Nos conocen mejor que lo que nosotros nos conocemos, ni que hablar con los sistemas de escuchas o extorsiones (o suicidios) a cualquiera que se les pudiera oponer.
Tratándonos como a chicos de diez años nos fueron despojando del pensamiento crítico, dejándonos con el pensamiento emocional: la indignación. Por la misma mentira se convirtieron en pensamientos impulsivos sin fundamentos (contra qué te ibas a enojar si eran mentiras?)
Acorralaron a los opositores con el
cerco de su propia culpa y los han dejado inermes para señalar
cualquier desmesura que la agenda oficial determine. Lograron así
imponer el objeto de su antojo y envolver a sus oponentes y a quienes
se indignaban en un mismo paquete.
La auto culpabilidad de los opositores de no poder desarticular la mentira que ESTABA A LA VISTA, (qué iban a desarticular?) terminaron en la auto represión y nos dejaron solos.
El kirchnerismo nos ha dicho en la cara que no le
importa lo que haya que enunciar siempre que sea para imponer lo que
necesite imponer. Sin reparo alguno si se trata de afirmar un
disparate o de negar lo evidente.
Se volvieron maestros notabilísimos
en el género del empaquetamiento.
Empaquetaron del mismo modo una tragedia,
una estafa, un crimen, una investigación, un embargo, un hotel, una
imprenta.
Hay muchos ejemplos AQUI . Lejos de ser un problema indignar a
quienes jamás lo votarían, indignarlos todo lo posible es, a la vez,
un alarde ante los oponentes de cuán lejos puede llegar a ir con su
audacia provocadora. Mostraron a los indignados lo solos que estaban a la vez que los volvió testigos de lo temerosos que dejaban a los opositores y cómo
ellos también los abandonaban a su indignación..
Hay un espacio muy estrecho que
cualquier opositor debería transitar por propia intuición e ímpetu,
con cualquier convicción, con cualquier pretexto que sea que
capitalice la soledad de los indignados.
De alguna manera vamos a poder
exclamar "Juntos Vamos Todos” en vez del “Vamos por
todo”. Todavía es posible. Las utopías existen. Las pequeñas. Votemos bien. Salgamos de esto!!!
En el año 2009 (hace 6 largos años) escribía esto:
Dónde nos llevan los K y ahora ya sabemos a dónde nos llevaron...
Dónde nos llevan los K y ahora ya sabemos a dónde nos llevaron...
Publicadas por
Stella Maris Coniglio
a la/s
12:00 a.m.
Etiquetas: indignados argentinos, manipulación, vamos por todo, vamos todos
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