3 ago 2015

Antes de decir algo, me muero!!!

Y sí, vos sabés que es así?.
Hay gente que prefiere morir, literalmente, antes que decir algo. Y así lo ha demostrado Rhona Flin, profesora de psicología aplicada en la Universidad de Aberdeen, en Escocia, que lleva años estudiando cómo los errores humanos pueden provocar un desastre.
Se hicieron entrenamientos con simuladores de vuelo y a los capitanes se les pedía con antelación que tomaran malas decisiones o fingieran incapacidad para medir cuánto tiempo le llevaba a los copilotos señalarlo. Uno de los psicólogos que monitoreaba sus respuestas comentó que "Los copilotos preferirían morir antes de contradecir al capitán"", comentó Flin.

Hasta qué punto estamos dispuestos a señalar potenciales errores o debemos obedecer las consignas culturales que nos indican que es mejor callar?
En todos los trabajos los jefes cometen errores. Y aunque los miembros más jóvenes del equipo siempre se van a sentir incómodos al tratar de señalarlos, en algunos ámbitos eso puede costar vidas. La aviación y la medicina son dos campos en los que la jerarquía existente puede dificultar particularmente que quienes están en los niveles más bajos hagan oír su opinión.
Las dificultades para expresarse con fuerza delante de compañeros de trabajo más experimentados, incluso cuando se trata de cuestiones de vida o muerte, puede ser un obstáculo a la hora de señalar potenciales errores.
La industria de la aviación ha desarrollado lo que se conoce como una cultura "justa", en la que se fomenta el reporte de errores para evitar que las equivocaciones puedan llegar a convertirse en tragedias.
No siempre callar es lo mejor
El problema es que a veces se carece de las habilidades necesarias para hacerse oír.
Lindley, una doctora joven que advirtió que estaban operando una mano equivocada y dijo algo, desestimaron sus temores pero volvió a intentarlo y pararon cuando ya llevaban 10 minutos de operación.. Ella  dice que debería haber sido más asertiva y que debería haber utilizado ciertas "palabras desencadenantes".
"Estoy preocupada. Estoy incómoda. Esto no es seguro. Tenemos que parar". Ella cree que da igual en qué posición te encuentras en el orden de jerarquía, sería muy muy difícil ignorar la objeción si escuchas esas cuatro expresiones desencadenantes.
Y qué puede pasar si tan sólo se verifica lo dicho?. NADA. Y qué puede pasar si no se verifica?. Un desastre.
Las palabras, los mensajes, ni los mensajeros son peligrosos, el peligro está en lo que no se suele advertir por temor, por jerarquía, por tener relaciones frágiles, algo que se puede corregir, aunque no sean situaciones extremas como los de la medicina y la aviación, pero que pueden mejorar para hacer más placentera la vida. No les parece?.

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