"Una sociedad que no logra condenar moralmente a sus criminales jamás conseguirá condenarlos judicialmente".
Ahí está el mal de todos los males. Siempre digo que no se puede hacer nada sin consenso, pero en Argentina, moralmente, hay un silencio que aturde. Es así.
Haber matado a Nisman o encubrir su asesinato parece ser que despertó la condena moral
de la propia Justicia que vio su vulnerabilidad. Por eso vimos en el Fiscal Luciani la reencarnación de Nisman. Ellos no los perdonaron y capaz que logren mover la aguja de la moral argentina.En la Constitución Nacional de 1994 en el art. 36 segunda parte dice:"Atentará contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos. El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función". Equipara la corrupción a la sedición porque PONE EN RIESGO EL SISTEMA DEMOCRÁTICO.
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