15 ago 2015

1887 Rosario y sus inmigrantes croatas


“Todo concurre a este desarrollo prodigioso: el clima, la calidad de la tierra, su situación, la corriente espontánea de inmigración, el interés individual, la protección y garantías que asegura el gobierno y las leyes de la Provincia, que dan escuela, templos, ferrocarril…” manifestó el gobernador de Santa Fe, José Gálvez, a las cámaras legislativas en el año 1887.
De esta manera trataba de explicar las causas del crecimiento de la provincia, que sólo en el aspecto demográfico revelaba cifras que superaban a los más optimistas: de los  90 mil habitantes que contaba en 1869 había saltado a 220 mil en 1887. Las tierras comenzaron a dividirse para ser ocupadas por estancias medianas y colonias agrícolas, proceso que cobró velocidad entre 1883 y 1895 con la multiplicación de colonias y poblados integrados en un altísimo porcentaje por inmigrantes procedentes de Europa.
Tal fue el caso del croata Hermenegildo Ivancich, llegado a la Argentina en 1887, cuando contaba con 16 años de edad. Y por qué?. A él habían llegado noticias de que en el sur santafesino estaban surgiendo comunidades conformadas por compatriotas, con los que podría compartir raíces culturales y superar una de las barreras más infranqueables de la integración: el idioma croata.
Así como bosquejamos la inmigración de los galeses en Chubut, a través de la historia de Ivancich podemos hablar de la historia de los croatas en Argentina, de lo que muy poco sabemos.
 Hermenegildo Ivancich había quedado huérfano, y enterado de que un matrimonio amigo de sus padres emigraba a América se sumó a ellos como un hijo más. Sin más recursos que su voluntad de trabajo, se empleó como peón de campo en la zona rural bonaerense, que probablemente haya sido Baradero, donde también se había establecido un contingente croata.
En 1890 otro grupo de inmigrantes procedentes de la misma isla se radicaron en Acebal, que acababa de ser fundada en ese año.
Ivancich fue empleado en la estancia de María Sa Pereyra de Acebal y cumplió su cometido de relacionarse con sus compatriotas allí afincados, asistir a fiestas croatas, donde conoció a su mujer, casándose en 1892 y puede comprar sus primeras tierras a su patrona, la que había iniciado un proceso de loteo de su estancia.
Junto con su cuñado Juan Kokic conocieron a Santiago Jakas, también de Hvar, frecuentando el “boliche de Zamboni”, existente en la localidad de Cuatro Esquinas. Luego de varias reuniones decidieron formar una sociedad para realizar  las ventas de los cereales directamente en Rosario, teniendo entre su clientela a la colectividad croata.
Hermenegildo Ivancich tuvo cinco hijos varones y tres mujeres, preocupándose de que recibieran la mejor educación de su tiempo, tanto secundaria como universitaria. Los varones se graduaron en las flamantes facultades rosarinas de la Universidad Nacional del Litoral. Dos fueron médicos, dos abogados y uno contador, que se destacaron en el desempeño profesional y en la vida institucional de la ciudad (en el Círculo Médico, en la Facultad de Ciencias Médicas, en el Sanatorio Británico, en la Magistratura, en la lucha desde el Poder Judicial contra la mafia de la década del 30, en la Liga Rosarina de Fútbol, en el Club Atlético Newell’s Old Boy’s, entre otros ámbitos).
El Torneo Hermenegildo Ivancich (también conocido como Torneo Ivancich o Copa Ivancich) es un torneo de fútbol organizado por la Asociación Rosarina de Fútbol, que se desarrolla anualmente.

Haberla instituido fue una suerte de homenaje al Dr. Ivancich (hijo) que había fallecido el 17 de enero de 1937. Había sido Presidente de Newell’s (en 1933) y de la Asociación Rosarina de Fútbol. De hecho, al momento de su deceso aún era el titular de la Casa Mayor del fútbol local, entidad que presidía desde 1934.

Y seguimos entrelazando historias de personas de distintas nacionalidades que van desarrollando roles diferentes aunque en un principio hubieran venido siguiendo sus raíces culturales y buscado superar una de las barreras más infranqueables de la integración: el idioma.
Newell padre vino de 15 años, solo. Hermenegildo Ivancich con 16 años, solo.
Se acuerdan de Claudio Newell, el hijo de un inglés, que fue el encargado de traer el monumento de Belgrano donado por los genoveses?. Ver AQUI
y ahora vemos al hijo de un croata presidiendo un club fundado por un inglés y en cuyo homenaje se instituye un campeonato. Con una sola generación ya tenían un protagonismo institucional donde se tomaban decisiones en forma conjunta.

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