Entraron resignados a perder, temblando de miedo y de hambre, pero no pudieron aguantarse las ganas de ser dignos. Los once fueron fusilados con las camisetas puestas, en lo alto de un barranco, cuando terminó el partido.
25 may 2015
No aguantaron las ganas de ser dignos
Lógicamente también para los nazis, el fútbol era una
cuestión de Estado. Un monumento recuerda, en Ucrania, a los jugadores del
Dínamo de Kiev de 1942. En plena ocupación alemana, ellos cometieron la locura
de derrotar a una selección de Hitler en el estadio local. Le habían
advertido:-Si ganan mueren.
Entraron resignados a perder, temblando de miedo y de hambre, pero no pudieron aguantarse las ganas de ser dignos. Los once fueron fusilados con las camisetas puestas, en lo alto de un barranco, cuando terminó el partido.
Entraron resignados a perder, temblando de miedo y de hambre, pero no pudieron aguantarse las ganas de ser dignos. Los once fueron fusilados con las camisetas puestas, en lo alto de un barranco, cuando terminó el partido.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 10:15 p.m.
Etiquetas: dignidad, Dínamo de Kiev, Eduardo Galeano, fútbol
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