25 sept 2010

Viejas raquetas en nuevos tiempos





En una discusión donde se quería establecer si existía el mejor tenista de todos los tiempos, me pareció interesante lo que Connors dijera. "¿Qué pasa si le das a los jugadores de hoy nuestro equipamiento de entonces, nuestras raquetas? Habría que ver cómo jugarían, si son capaces de dar los mismos golpes". Quedando en cuestión si se es un buen tenista según su época.

Eso es algo que hace mucho vengo pensando. Aplicar viejas teorías políticas a los nuevos tiempos. La gente es otra, los momentos son otros.
Cuando analizan a Perón, por ejemplo,lo hacen a partir del 17 de octubre como si hubiera nacido de un repollo, sin ponerlo en el contexto mundial con la amenaza de una Rusia fuerte que quiere expandir una teoría comunista para derrotar al capitalismo y por ello surgen gobiernos totalitarios, populistas que brindan a los obreros las leyes socialistas necesarias para que no caigan bajo las ideas reinantes en ese momento como el comunismo y el anarquismo. Sucedía en Alemania, en España, en Italia. El tema no era Alemania, en un principio, era Rusia y las ideas comunistas universales.
No es de extrañar que Perón haya sido militar, que a su organización política le haya dado la forma de la organización piramidal propia de los militares (y de la iglesia romana) que tan buenos resultados daba en esos momentos para la obediencia de un jefe carismático, que impartiera órdenes. Sus fines no eran democráticos. Por algo el 17 de octubre después que movilizó a las masas los mismos militares que lo había detenido, son los que le dicen que salga al balcón a saludar a las masas que había movilizado.
Pero nada de eso sucede hoy. El enemigo no es Rusia, el Muro de Berlín se destruyó. El capitalismo cambió y se expandió en forma de la globalización. Las condiciones sociales obreras cambiaron con sus 8 horas de trabajo, sus vacaciones, sus aguinaldos, sus obras sociales. Y en Argentina no se pudo modernizar.
Las razones del populismo son otras, las de las movilizaciones son otras, los protagonistas son otros. Las ideas enemigas ahora, están adentro?. Para quién o quiénes se quiere el poder?.

Lo que no se puede jugar es con la misma raqueta,

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