La reflexión sobre nuestra propia muerte

"Tal vez podría encontrarse una posibilidad de paz, entendiendo que atacar o destruir al otro, a los otros,no es sino una expresión de nuestro miedo a la desaparición, a ser destruidos.
Quizás la reflexión sobre nuestra propia muerte aliviara la tendencia destructora hacia nuestro alrededor."

Así habla uno de los comentarios de la obra de teatro de Ionesco, "El rey se muere", cuya lectura recomiendo.

Otro comentario enuncia: “El rey se muere” y es en dicha cuenta regresiva donde se ve obligado a enfrentarse a un reino en decadencia debido a sus abusos y excesos, a la soledad del mando, a su vulnerabilidad al darse cuenta que existe algo más grande que la propia voluntad."

Qué los rinocerontes no recorran nuestras calles!!

Por asociación libre frente a lo que está pasando con los medios de comunicación y la imposición de una nueva ley, sin esperar a los legisladores que eligió la ciudadanía en las últimas elecciones, recordé la obra de teatro de Eugène Ionesco escrita en 1959. Está considerada como una de las obras más destacadas del Teatro del absurdo.
Ionesco se inspira en la subida del fascismo que vivió en Rumania en 1937-38. Allí fue testigo del cambio súbito que sufrieron muchos amigos suyos y de cómo la comunicación entre ellos se volvió imposible.
Al fascismo Ionesco lo presenta como una enfermedad, que convierte a todas las personas en rinocerontes, y poco a poco invade a todo un pueblo .. . El fascismo fue la idea inicial pero adquirió después una idea más amplia, una metáfora crítica a todo totalitarismo.
El rinoceronte como un animal torpe, que lleva todo por delante, de piel dura, fría, recorre con sus pezuñas en el pavimento como el sonido de las botas en un desfile.
La figura principal de la obra, Bérenges, un hombre común y sencillo, resulta ser el único humano que no desarrolla esta metamorfosis.
Estaremos a tiempo?-