Querido lector, si se pone a pensar va a encontrar esas palabras que alguna vez le dijeron y que le permitieron seguir el camino o no. Y aquellas que no lo detuvieron cuando debieron haberlo hecho.
Y se va a acordar quién se las dijo, dónde estaba y qué eligió. Y por supuesto, las consecuencias de esa decisión.
Tengo dos en particular que siempre recuerdo:
Una al empezar una nueva actividad, sumida en los miedos de un novato, no ver la luz en el horizonte y que alguien te diga: VAS BIEN!! VAS BIEN!!. Simples, sin grandilocuencia, pero firmes, tardaron más de dos años en tener su efecto y, sin embargo, esa confianza depositada en algo sin aparente sustento fueron necesarias y suficientes para lograr lo que uno ve como IMPOSIBLE.
Otras, en otras circunstancias de muy alta pena, donde no se ve ninguna luz, que te digan ALGUNA VEZ VA A SER FELIZ y uno mira a quien te lo dice, entre una maraña que lo envuelve y que lo absorbe, y pregunta: cómo?. Sí, ALGUNA VEZ VA A SER FELIZ. El efecto tampoco es inmediato pero se abre un resquicio ante el absoluto.
Pero hoy una circunstancia trajo a mi memoria un instante decisivo cuando alguien con infinita ternura me dijo: NO VAYAS TE HACE DAÑO y fui creyéndome lo suficientemente fuerte como para no dejarme influenciar, y al despertar en la mañana dije. QUÉ HICE?, no lo podía creer. Había optado . Quizás mi vida hubiera sido otra, quizás no, pero como dice la canción, el amor es más fuerte y no pude o no supe escuchar. Fue muy movilizante , hoy, recordar es día.
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