Me muestran esta revista de 1937,colombiana, más precisamente de Bogotá y encuentro un artículo de Benedetto Croce y en el texto este pensamiento:
Es la historia de un hombre que acudió a un amigo para decirle: "
Hoy me dieron una bofetada en la cara. Qué me aconseja que haga?".
Y el amigo le contestó: "Pues si te la dieron, guárdala".
A lo que Benedetto Croce reflexiona:
Es evidente que un hombre que pide consejo en lo que respecta a su dignidad personal, ha renunciado definitivamente a ella.
Si la dignidad posibilita la capacidad de decidir por sí mismos, actuar en consecuencia con sus deseos sabiéndose valioso y merecedor de respeto al pedir consejo, según Croce renuncia a decidir por sí mismo, según sus propios deseos.
El solo hecho de saber que si alguien avasalla nuestra dignidad, pondrá en cierto riesgo nuestro derecho a la justicia, a la equidad
y a la libertad nos tendría que hacer reflexionar más sobre el tema.
Ya no te pegan una bofetada, te arrebatan tus pertenencias ante tus propios ojos, te violentan de muchísimas formas. Vemos a diario lo que quizás no nos pasa a nosotros pero es a lo que estamos expuestos, insultos, acusaciones, violaciones de derechos, turistas apuñalados, baleados. Eso mina nuestra voluntad aunque les pase a otros. La inseguridad nos hace perder la dignidad. La falta de justicia, igual. Se vuelve un hecho cultural que no debe ser así.
Síntoma de esto es la emoción que sentimos en el Colón cuando el G20, parecía que con eso recobrábamos la dignidad perdida. Argentinos!!!. Argentinos!!! corearon con orgullo, como recuperándose de una humillación. Cómo la perdimos?.
Capaz que fue
entonces.
Cómo la recuperaremos?.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario