Por cambio de materiales con los que se confeccionan no están los colchoneros, que pasaban una vez al año y tenía que cardar la lana con la que estaban hechos porque estaba apelmazada, y volver a rellenar el colchón. De vez en cuando cambiaban el cotín (la tela con la que estaban hechos) que estaba viejo.
Por cambio de costumbres no se usan tanto los zapatos de cuero y por lo tanto no se tienen clientes como tenían los lustradores al paso.
Y el guardíán de plaza?. Qué necesario!! Era una autoridad. Si te estabas hamacando fuerte te llamaba al orden y si venían "muchachones" a hacer lío, los corría con el palo que le ven en la mano. A la mañana sacaba la basura que estaba sobre el pasto.
El guarda del tranvía, daba boleto. Se subía por la parte de atrás donde estaba alojado y se bajaba por adelante que era donde estaba el motorman. Y regularmente pasaba el inspector que verificaba si se había pagado el boleto.
Las barberías tradicionales quedaron convertidas en simples peluquerías. Ahora hasta los hombres van a las peluquerías de mujeres.
El afilador, un oficio tan importante cuando no existía el acero inoxidable, ni los cuchillos Tramontina, las tijeras de los peluqueros, de las costureras. Mirá si tenía trabajo el hombre...
Nostálgicos recuerdos que algún memorioso me va a ayudar: el hielero a domicilio (porque había heladeras pero no eran eléctricas, se ponía media barra de hielo para conservar los alimentos), el lechero a domicilio (que traía la leche en contenedores grandes, el ama de casa tenía una lechera enlosada cuya medida exacta tenía un pliegue que cuando llegaba allí era un litro exacto), el cobrador de los impuestos que pasaba por tu casa y se llevaba el dinero(hasta diría los cobradores de todo, del club, de las asociaciones),
Hoy sólo nos hicimos un baño de pasado, porque con este calor no hay baño que te refresque jajaja
No hay comentarios.:
Publicar un comentario