8 oct 2016
La inocencia se suele pagar cara...
Se debe preparar a los niños para las maldades del mundo. No sólo enseñarles a ser buenos, sino a saber reaccionar ante los atropellos, las prepotencias, las envidias, las intolerancias, los desprecios, los abusos. De eso no se salva nadie y la fortaleza interior es un arma como para que no te destruyan por ser demasiado bueno. No basta la indiferencia. A veces se necesitan otras herramientas para saber contrarrestarlas. O mejor, hacer el bien sin esperar nada de la vida, lo que viene que venga. Y...viene. El punto es la inocencia...
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: ser bueno.
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