De esa manera, en vez de ponernos rejas, alarmas, cámaras de seguridad, para combatir NUESTRA INSEGURIDAD, nos preocuparemos de los delincuentes, para sacarles el antifaz a quienes se escudan detrás de la sensación de inseguridad que provocan.
El problema de Argentina no es la INSEGURIDAD, es la DELINCUENCIA instalada. De esta manera de lo que nos vamos a preocupar es de terminar con la DELINCUENCIA. No nos llevará a donde queremos ir, pero nos saca de donde nos han puesto.
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