Bilbo Airlines: ¡Atención! Aquí vuelo 013, con dos cojones…oyes. Solicitamos pista para aterrizaje, oyes… y cagando hostias, que vamos justos, oyes…
Torre de control: -¡Vuelo 013, recibido!. Utilicen la pista número 7, pero no agoten hasta el final, ya que en esa parte de la pista esta en obras.
Bilbo Airlines: ¡¡Ahivalahostia!! No te preocupes chaval, somos de Bilbo y somos perfectamente capaces de aterrizar con la mitad de la pistaí, si hace falta, ¿Ó qué te has creído?, ¡¡¡mandagüevos estos de Madrid…..!!
En eso que el avión comienza la maniobra de aterrizaje y se dan cuenta de que la pista es muchísimo más corta de lo que se habían imaginado. Desesperados los pilotos echan mano de todos sus recursos, flaps extendidos a tope, aerofrenos, inversión de reactores…
Se termina la pista y empiezan a pincharse las ruedas… se hace polvo el tren de aterrizaje y el avión arrastra su fuselaje por la tierra… Pese a todo el aparato se para a unos milímetros del fin de pista (para eso son de Bilbo y del Athletic).
El Comandante del avión (Txomin Iruretalizaga), comenta al copiloto, secándose el sudor…:
– ¡Serán cabrones, Patxi ! Joder…, ¡¡sí que era corta la pista!!…. y sin embargo… ¡mira lo ancha que es.
Y el copiloto mira a la derecha, mira a la izquierda y dice:
– ¡¡Joder, Txomin…, ahivalahostia!!… ¡¡Que has aterrizado a lo anchooo…!!
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