En un lejano país, un rey salió a combatir al frente de sus
soldados y, en el fragor de la pelea, le hirieron gravemente en uno de sus
muslos, se le gangrenaron las heridas y, para salvarle la vida, tuvieron que
cortarle la pierna. Regresó a su reino y, para poder caminar, fue necesario que
se ayudara en unas muletas. Para solidarizarse con su rey, su Primer Ministro
comenzó a caminar él también apoyado en unas muletas a pesar de tener sus dos
piernas en perfectas condiciones. Pronto, comenzaron a imitarles los muchos
arribistas y jaladores que nunca faltan, y a los pocos días, convencieron a
todo el pueblo de que era mucho mejor caminar con muletas que sin ellas y todo
niño, desde su nacimiento, fue adiestrado a caminar así. Fue pasando el tiempo
y en aquel país ya nadie sabía que era posible caminar sin sus muletas... Al
cabo de muchos años, un joven inconforme empezó a decir que las muletas eran un
estorbo y que era posible e incluso preferible caminar sin ellas.. No iban a
permitir que las locuras de un joven sembraran las semillas de la
desintegración y la discordia. . -¿Cómo podía ir en contra de las muletas? -.
Durante años y años, todos habían andado perfectamente con su ayuda. Con ellas,
se sentían más seguro, y se tenía que hacer menos esfuerzo. Ir contra las
muletas era ir contra el rey. ¿Qué sentido tendría que todos los días agradezcamos
a nuestro rey el habernos dado la sabiduría para perfeccionar cada vez más la
utilización de las muletas?. Decidieron desterrarlo del país. Lo sacaron de la
cárcel y ante los ojos impávidos de todos, el joven arrojó sus muletas al aire
y comenzó a correr gritando de alegría, al encuentro de sí mismo, de su
libertad. No son las muletas las que te ayudan a caminar, son ellas las que te
lo impiden.
13 ene 2013
Muletas: para el que le hagan falta...
El tema de las muletas es muy querido por mí, porque considero que representa algo muy importante para el ser humano. Ya sea el no aferrarse a ellas cuando se es capaz
de hacer algo sin ellas, tanto como el
recurrir a ellas cuando se tiene alguna imposibilidad o carencia, con la humildad y el respeto a nuestra fragilidad.
Publicadas por
Stella Maris Coniglio
a la/s
12:00 a.m.
Etiquetas: muletas
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