18 jun 2011

Cerremos la puerta y guardemos la llave

Parece que algunos estamos descubriendo la pólvora. Pero la verdad en la Argentina no está empanada, está obscenamente puesta a la intemperie y de tan visible no la vemos.
Graham Greene publica un libro YO ACUSO denunciando el lado sombrío de un país a tal punto que advierte a todos aquellos que tuvieran tentación de radicarse para hacer una vida apacible, que les conviene evitarlo y ni acercarse a sus inmediaciones, por ser dominada por organizaciones criminales de toda índole.
En dicho libro publicado en 1982 habla de traficantes de droga, de casinos, de una industria de la construcción que contribuye a dar visos de legalidad a sus ganancias ilícitas en ese pequeño país europeo.
Y lo más grave es que el autor dice no exagerar al afirmar que ahí existe una red que conecta el “ambiente” con algunos de los más respetados círculos profesionales. El dinero juega, sin duda, un papel corruptor, pero no se trata exclusivamente de un asunto de dinero ya que las conocidas relaciones entre ciertos funcionarios y el “ambiente” asegura la impunidad de algunos criminales, eliminando pruebas y provocando demoras en los juicios.
Existe una “pared” levantada por el “ambiente“ criminal, por funcionarios corruptos y por abogados más corruptos aún, una “pared” muy difícil de perforar. Advierte que hasta los extranjeros podrían verse amenazados por un mundo criminal como ese cuando puede tener algún interés afectivo (tenencia de hijos p.e.), de propiedades, de intereses que se vean expuestos al tipo de justicia que existía en ese país.
. A pesar de ello, algún día, dice, encontraremos un orificio y la pared se derrumbará.
En nuestro país estoy convencida que todo lo que se ha hecho en el último tiempo es ayudar a la Presidenta a que llegue al final de su mandato lo mejor posible. No creo que lo mejor de nuestra sociedad la ayude a seguir construyendo su poder. La acompañarán hasta la puerta y les dirán muchas gracias. Nadie se suicida en la víspera. Ahora todo bien, pero al llegar al borde nadie puede seguir soportando por cuatro años o más lo que se soportó durante estos años por todo el oro del mundo. Los que quedarán serán los que pueden tener problemas con la justicia. Está en nosotros el guardar la llave.No se puede vivir en el límite de perder el favor del rey y quedar suspendido en el aire. No creo que estemos condenados a la extorsión, la verdad, no lo creo. Espero que el velo caiga antes. No sólo por las empresas, por la economía, como algunos piensan, sino por nosotros, los argentinos que queremos vivir en libertad y en un país donde se restablezca la justicia.

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