30 sept 2009

No a la cultura del caos


No hay razón para que se le dé entidad a piquetes. Los que están a cargo de la seguridad no tendrían que haber permitido, bajo ninguna circunstancia, esa atrocidad. No radica en la necesidad o el reclamo real, y hasta diría legítimo . Muchos argentinos, carentes de un ambiente que los contenga, se han convertido en personas jugadas, ya que el mundo se le presenta imprevisible e indeterminado, rasgos que son el fundamento de la agresividad y del vale todo. No podemos ir contra ellos en un despotrique. Eso lleva a un permanente discurso: ellos y nosotros, que no lleva a integrarnos. El tema está en los gobernantes, que puedan acercarse a ellos, pero no a resolverles sólo estas situaciones circunstanciales, sino a integrar lo que ellos han permitido que se degrade, por no haber tenido políticas sociales integradoras. En los momentos de crisis es donde se destapa lo que está debajo de la alfombra. En los momentos de crisis es cuando despiertan sombras de amenazas que ningún argentino que se precie de ciudadano va a volver a permitir: que nos conviertan en rehenes de nadie. El reclamo debe ser de todos. Qué no instalen el caos como cultura.

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