Una
cosa es un candidato de una coalición y otra es el logro de llegar a
líder. Macri en el 2015 no era un líder, era una salida electoral
al descalabro de la oposición y terminó construyéndose como tal.
Hace
años que la oposición al kirchnerismo no lograba tener uno y eso lo
tienen que capitalizar los integrantes de la coalición mientras dure
ese liderazgo.Dejar construir y apoyar un líder que le puede hacer
frente a los FF.
No
hay nadie en el radicalismo, por ahora, que pueda ejercer ese rol.
Salga alguno a hacer lo que hizo Macri en las 30 marchas y veamos
quiénes lo siguen.
Tener
un líder es un capital enorme que no se puede desaprovechar. Se
pueden tener estrategias comunes. Macri no es un líder por ser
totalitario sino por ser demócrata, se puede dialogar con él,
construir.
Tengan
altura política, hay lugar para todos pero sepan reconocer a alguien que no sólo logró la voluntad del electorado, logró algo
más, encarnar la posibilidad de contrarrestar una fuerza que viene
avanzando y que tenemos que tener inteligencia y objetivos claros
para pararlos.
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