26 mar 2014

Controles sobre motos y motochorros.

Las motos han pasado a ser un problema de distinta índole: 
1) las utilizan los motochorros para los arrebatos de objetos queridos e imprescindibles (/documentos, llaves, tarjetas, anteojos, remedios, comprobantes de importancia)  porque por ser un medio de rápido escape las utilizan de a dos, uno roba, otro está atento para huir. 2) son robadas y los poseedores legales pueden también arriesgar su vida porque al sacarles quizás su herramienta de trabajo, su moto, su medio de transporte habitual, lograda quizás con mucho esfuerzo, las defienden. Son muy requeridas ya que permanentemente les retienen las que usan(por no tener los papeles en regla) o porque las entregan en pago de la droga. Son objetos de valor, a los que tienen fácil acceso;  3) las utilizan los sicarios de los narcos  4) son causales de muchos accidentes viales.
Existen proyectos que proponen desde que el propietario, tenedor o poseedor de una moto deban inscribir a quienes llevaría como acompañantes.
O la obligatoriedad para el conductor y el acompañante de usar chaleco con el número de patente al dorso (más un adhesivo con el número de dominio en el casco y en la caja o baúl de la moto).
También en San Pablo (Brasil) se aprobó un proyecto de ley que limita la circulación de dos personas en una motocicleta, prohibiendo lo que ellos llaman ir de “garupa” (acompañante).
En Norteamérica buscan establecer sistemas de escaner a distancia para saber si van armados:
Cualquiera de los controles implican pérdida de intimidad, un derecho que ya tenemos bastante vulnerado por la cantidad de cámaras que se encuentran por todos lados. Pero algo hay que hacer.En Colombia la implementación de algunos de estos proyectos , allá por los 90, redujeron los crímenes en un 50%.
 En Perú se habla de una metodología importada.
De cualquier manera en Rosario estamos castigados por la violencia que ocasionan estas motos con la modalidad que inclusive entran de contramano, baleando habiendo logrado inclusive lo que se proponían, llegando a ir de a tres para delinquir.
El paso fundamental en el combate contra esta modalidad es, sin dudas, el ejercicio de un estricto control sobre los motociclistas. Esto beneficia no sólo a las víctimas de los robos, sino a quienes utilizan en forma legítima las motos como medio de transporte.
Pero qué podemos pedir en Rosario si el control es esporádico y caótico. NO EXISTEN LOS INSPECTORES EN LAS CALLES ROSARINAS. TODOS HACEN LO QUE QUIEREN.

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