20 sept 2013

Qué los celos de nadie te priven de amar!!!


Los celos que uno encuentra hasta en los niños más pequeños nunca nos pueden privar de amar con la intensidad que uno está dispuesto. Siempre llevando la calma de que el amor no compite. El amor es un alimento del alma. El alma no tiene el límite del estómago. En cada uno de nosotros tenemos la capacidad de recibir todo el amor que nos quieran dar y es un abono que permite a todas las personas el desarrollo de una vida sana. Eso es lo que todos y cada uno de nosotros tiene que entender. El amor no es excluyente, es acumulativo y es interactivo.
Es asombroso ver la expresión de los celos en niños pequeños. Los padres suelen dar lugar a esos celos y por no herirlos privan o se privan de intercambiar afectos ante ellos. La riqueza de poder recibir amor y el de poder darlo, es la única que llevamos con nosotros durante toda nuestra vida.

Como dice este texto nadie se puede interponer entre un niño y alguien dispuesto a darle amor-
Es un alimento del que se le priva y que no puede ser reemplazado por otro. Cada uno ocupa un lugar en el corazón de un  hijo, un nieto, un amigo. Ese lugar es único. No puede ser sustituido, no puede ser reemplazado, no ocupa el lugar de otro. Los celos son un mal que viene con nosotros, instintivo, cultural, o lo que sea, pero educado permite transformarlo en amor no mezquino. Es tan así que si faltando un amor de esos amores que ocupan un lugar, el querer reemplazarlo, lo único que logra es destacar el lugar vacío. Amar es lo más maravilloso que tiene la vida y es infinito.

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