7 mar 2022

No hay una piedra en el mundo que valga lo que una vida.

Vemos a los ucranianos huir de sus casas, de su vida cotidiana, de lo que hizo y le dio sentido a su vida durante años. Sus libros, sus cosas. Joseph Nuttin asegura que el yo es el conjunto de funciones y potencialidades psíquicas del individuo y el mundo es su objeto intrínseco.
En efecto, el funcionamiento psíquico "la percepción, el comportamiento general y la motivación" comprende necesariamente un objeto.
Ese funcionamiento solo puede situarse en una estructura que suponga una 
referencia intrínseca y activa del yo a un mundo de objetos.

Ese mundo de los otros y de los objetos no solamente se encuentra frente al yo, sino que constituye el contenido mismo de la vida psíquica personalizada.

Es decir que, funcionalmente, una personalidad sólo puede existir, en una estructura que va más allá del organismo somatopsíquico, es decir en una estructura yo-mundo.
Los objetos que nos rodean forman parte de uno. Ese desprenderse de todo y huir para salvar la vida del cuerpo no salva la vida dentro de uno, dejando todo lo que es uno en algún lado del mundo, yendo hacia la nada. 
Me solidarizo con los pobres ucranianos que deben pagar individualmente, todos y cada uno, las decisiones geopolíticas de unos pocos.

Como dice Jorge Dexler:
Yo soy polvo de tu viento
Y aunque sangro de tu herida
Y cada piedra querida
Guarda mi amor más profundo
No hay una piedra en el mundo
Que valga lo que una vida

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