28 ene 2020

La venganza sin mirar a quien.


Una serpiente entró a una carpintería, y mientras se arrastraba hacia la esquina, atravesó una sierra y se lastimó un poco. En el momento se dio vuelta y mordió la sierra, y mordiendo la sierra, se lastimó gravemente en la boca.
Entonces, no entendiendo lo que le estaba pasando y pensando que la sierra la atacaba, decidió enrollarse alrededor de la sierra como queriendo asfixiarla con todo su cuerpo, y agitándose con todas sus fuerzas. Fue así que, desafortunadamente, la serpiente terminó muerta por el serrucho que no quiso lastimarla.

En este caso es una venganza  sin mirar a quien, a diferencia de hacer el bien sin mirar a quien. La sierra no lo quiso herir, se hirió solo.  Capaz que por demasiada proximidad. Suele pasar en las relaciones humanas, el que está al lado no te quiere herir, te herís solo y se lo atribuís al otro. Y viene el ensañamiento, tan divulgado en estos tiempos, sin darte cuenta que ese ensañamiento te está hiriendo a tí mismo. 
Aquí la mala no es la sierra, es el vengador y se destruye solo. Interesante y muy ilustrativo, no?.




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