11 sept 2018

Cómo hacer para legalizar "cualquier cosa"?.



La Ventana de Overton es una teoría política que describe cómo se puede cambiar la percepción de la opinión pública, para que lo que se considera descabellado sean aceptado como normal. Para legalizar cualquier cosa.
Para ello no se aplicaría un lavado de cerebro directo, sino una serie de técnicas avanzadas, cuyo desarrollo pasaría inadvertido para la sociedad.
Examinemos por ejemplo el canibalismo. Así pues, ¿cómo sería posible convertir en aceptable la ingesta de personas? ¿Cómo se opera ese cambio en las conciencias desde la fase de aversión hasta la de conformidad plena? En cinco etapas sucesivas, que a continuación describimos.

PRIMERA ETAPA: DE LO IMPENSABLE A LO RADICAL (eliminar el tabú)
En este primer estadio, la aprobación del canibalismo es todavía algo impensable. Para modificar esta apreciación —y amparándose en la libertad de expresión—, se trasladaría esta cuestión a la esfera científica, sugiriendo que para los científicos no deberían existir temas tabú.
Simultáneamente, se crearía un grupo radical de caníbales a fin de ser advertido y citado por numerosos medios de comunicación. Con esto ya se habría logrado el objetivo de la primera fase: eliminado el tabú, que la cuestión originalmente inaceptable empiece a discutirse.

SEGUNDA ETAPA: DE LO RADICAL A LO ACEPTABLE
En esta segunda etapa se siguen divulgando las conclusiones de los «científicos», y se insiste en no tener prejuicios sobre el tema, calificando de intransigentes a quienes se nieguen a adquirir conocimientos sobre el mismo.
Los que se resisten deben empezar a ser vistos como fanáticos que se oponen a la ciencia y a la ilustración. Se cambian las palabras que tienen connotaciones negativas, sustituyendo así por ejemplo canibalismo por antropofagia, primero, y antropofilia, en último término. Paralelamente se crearía un precedente, histórico, mitológico, o inventado, que sirviera de referencia y pudiera ser utilizado como prueba de que la antropofilia es perfectamente legítima.
El uso combinado de medios de comunicación y grupos de presión convertiría en aceptable, más pronto que tarde, el hecho de que haya personas que incluyen en su menú diario carne de la propia especie.

TERCERA ETAPA: DE LO ACEPTABLE A LO SENSATO. 
Lo siguiente sería proponer que la ingesta de carne humana sea un derecho de todo hombre libre. Un lema apropiado podría ser el siguiente: «un hombre libre tiene derecho a decidir qué come».
Al mismo tiempo, se radicaliza el tratamiento a los  que se oponen como que odian la antropofilia, de retrógrados y extremistas que arrojarían en hogueras, si pudieran, no sólo a los caníbales, sino a los miembros de cualquier minoría.
A su vez, pretendidos expertos y personajes conocidos del mundo de la comunicación, insistirían en que a lo largo de la historia humana nos hemos comido unos a otros, sin que esto produjera extrañeza en aquellas sociedades…
Como hemos advertido, el objetivo de esta tercera etapa es que el canibalismo sea considerado una costumbre razonable.

CUARTA ETAPA: DE LO SENSATO A LO POPULAR
En este instante, los medios de comunicación, secundados por gente famosa y autoridades, hablan abiertamente de antropofilia. El canibalismo se convierte entonces en un tema predilecto de la industria del entretenimiento. El fenómeno asoma por primera vez en películas, letras de canciones comerciales, novelas y espectáculos televisivos. De repente, se produce también el ensalzamiento de personajes relevantes que en la historia practicaron la antropofilia, sirviendo de modelo a las multitudes.
El fenómeno pronto se vuelve imparable y multitudinario. Además, para reforzar su imagen positiva, los caníbales son presentados ante la opinión pública como víctimas de una sociedad represora, que les impide satisfacer sus apetitos, y comer lo que su cuerpo les pide.

QUINTA ETAPA: DE LOS POPULAR A LO POLÍTICO (legalizar)
En esta última etapa, la ventana de posibilidades de Overton, aparece ya a escasos centímetros de abrirse de par en par.
Acá se prepara la legislación para legalizar el fenómeno. Los partidarios de la legalización del canibalismo, incorporados en grupos de presión, se consolidan en el poder y crean encuestas con el fin de mostrar un alto porcentaje de partidarios de la legalización del fenómeno. Y  se acaban estableciendo en la conciencia colectiva nuevos e incontestables dogmas: «se prohíbe la prohibición de comer personas»; «comer personas es un derecho»; «quienes se oponen a la antropofilia incurren en un delito de antropofobia»…
Como vemos, el movimiento de las ventanas es una estrategia perfectamente definida. Hemos contemplado el arco completo, pasando del rechazo absoluto al canibalismo (como uso totalmente ajeno a la moral pública) a su legalización y aprobación popular y política.

Si se fijan y lo piensan en la forma que se quiso normalizar el consumo de droga se ve perfectamente. Películas como El señor del mal. Música como la  cumbia villera. Ejemplos como Maradona. Buscaban la legalización del consumo porque todos somos libres. 

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