18 oct 2017

Competir a perdedor.


La mente tiene esos vericuetos increíbles, que encontrarlos puede ser la llave  para salir de lo que nos atrapa y destruye. Podemos poner las causales de los que nos pasa en la separación de los padres, en un accidente, que justifica el camino de la evasión, y el punto por donde entramos en la droga no tenga nada que ver con eso. Ahí está lo que más me llamó la atención de una entrevista.
Carlos Páez nació en Montevideo, Uruguay, el 31 de octubre de 1953. El 13 de octubre de 1972, cuando tenía 18 años, emprende un viaje a Chile que cambiaría su vida para siempre. El avión en el que viajaba se estrella en el medio de la Cordillera de Los Andes a 4200 m. de altura. Tras 10 días de búsquedas inútiles, en un lugar donde según señalan los expertos era imposible sobrevivir, las autoridades deciden suspender los esfuerzos y aceptar que ya no volverían con vida. 72 días después, cuando dos de sus compañeros, atraviesan los Andes en busca de ayuda, el mundo se entera de que 16 han sobrevivido.
Carlos Páez es uno de los sobrevivientes. Le hacen una excelente entrevista en Conversaciones en La Nación donde narra cómo entra a la droga (su segunda Cordillera)  y a dónde llega después de muchos años de terapia y habiéndolo elaborado mucho. 
Entrar en las drogas luego de lo que le había pasado era "razonable" para la sociedad (sic). Pero él llega a una conclusión que me impacta:
Ser hijo de un padre importante no es tarea fácil. Con la droga fue una manera de competir con mi papá-  El padre,se apoderó de su historia. Cuando empiezo en esa competencia, dice, papá es el personaje más importante que participó en la búsqueda. En el momento que tengo una historia para competir con papá, (Páez Vilaró pintor uruguayo importante), él se queda con la historia. No es que lo hace consciente, así suceden las cosas. Entonces como no podía jugar como ganador a papá, tenía que jugar a perdedor. Y se metió en un camino complicado de alcohol, de droga, de vida fácil- En eso el padre no lo iba a superar. No lo podía superar a perdedor. Qué fuerte!!!
Qué tema!!! Competir a perdedor!!!. Y se ve a diario. Cuando decimos: no podía ser más guarango!!. No podía ser más agresivo!!. No podía ser más asqueroso!!!. No podía ser más decadente!!!. Puede estar compitiendo como perdedor porque no le da la altura para ir a más. Pero la altura se la da uno mismo. Es la imagen de sí mismo. El padre no lo hace consciente, reconoce. Un buen tema para reflexionar, supongo.

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