13 jul 2017

Haz las cosas pequeñas como si fueran grandes

que luego harás las grandes como si fueran pequeñas... Eso decía un cuadro que me regalaron de pequeña. Y tuvimos un grande que nos enseñó que es realizable. Con toda su humildad: nuestro máximo maestro.

Médico rural en Jacinto Aráoz . Lejos de la medicina los pobladores se manejaban con el curanderismo y él hizo en su propia casa un quirófano. Para Favarolo desde sus comienzo todos los habitantes del país tenía derecho a las operaciones de alta complejidad, sin importar su situación económica. Ahí realizó cirugías de las más complejas. Educó a la población en higiene, en prevención. No hubo más mortandad infantil.
Formó un banco de sangre móvil: le tomó el grupo sanguíneo a todo el pueblo, hizo un registro y cuando iba a hacer una operación decía: llamá a Paula, llamá a Pedro, que tiene el mismo grupo de sangre.
Para conocer su dimensión fue llamado en 1992 por el New York Time; un héroe de la Humanidad.
Sus palabras lo pintan de esta manera:
Hemos de esforzarnos para mejorarnos individualmente pero entendiendo que formamos parte de una sociedad que demanda nuestra participación. Cuanto más destacada sea nuestra posición individual más grande será nuestro compromiso social.
Ha llegado la hora de trabajar con humildad y modestia verdaderas.  

   Hay que aprender a no marearse con las alturas de la montaña.
     En la montaña de la vida nunca se alcanza la cumbre.



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