24 ene 2015

1933 Roberto Arlt en Rosario comprendió la tristeza del marinero.

Entre agosto y setiembre de 1933, el máximo novelista argentino realizó un viaje en barco entre Buenos Aires y Corrientes pasando por nuestra ciudad. De esa experiencia surgieron sus “Aguafuertes Fluviales”, aparecidas en el diario El Mundo y que desde entonces no volvieron a publicarse. Así habló de Rosario:

Son las siete de la noche. Hemos amarrado hace dos horas en el puerto de Rosario. Cuando levanto la cabeza del teclado de la máquina de escribir, veo a estribor el murallón de piedra del dique enrejado por las sombras de los soportes de la toldilla. La argolla de amarre, tensa bajo el tironeo del cable de acero que mantiene inmóvil nuestra nave. Más allá, tinieblas.
Hace un rato que he terminado de cenar y don Gregorio levanta la mesa porque Nicomedes ha bajado a tierra en compañía de su tío, el patrón del barco. Ambos han ido a visitar a su familia.
Yo también bajé a tierra para desentumecer las piernas. Di unas cuantas vueltas por Rosario y en cuanto llegué a la primera calle absorbí, ávidamente, la atmósfera provinciana que flota sobre la ciudad y se refleja en sus ochavas pintadas de verde claro, aluminio o chocolate aguado.
Me he detenido a mirar parroquianos que aguardaban el turno en barberías encaladas, y también he saboreado el espectáculo de otros señores sentados en sillas junto a mostradores, conversando apaciblemente con los dueños o dependientes. He marchado como en tierra extraña a lo largo de veredas y calles más limpias que el paño de un billar, mirando amistosamente caras de mujeres desconocidas, y de pronto me he sentido marinero, comprendí la tristeza de navegar toda la vida, de estar alejado de las hermosas ciudades ¡porque las ciudades son hermosas aunque no lo creamos cuando estamos en ellas!. Para amar a las ciudades hay que perderlas de vista durante treinta horas.”

Rosario ilustrada. Guía Literaria de la ciudad.
Edición general Pedro Cantini
Compilación y edición Martín Prieto y Nora Avaro.

Primera edición 2004

No puedo dejar de comentar que es la primera vez que leo este texto y nunca supe de estas Aguafuertes. Es de entender por qué nunca fueron publicadas. Fueron rescatadas para el recuerdo por la Guía de la ciudad. Bien. Es historia real de Rosario que Roberto Arlt haya estado en ella y como tal hoy transcribimos ese recuerdo.

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