Libertad de expresión condicionada

Diálogo no es sólo hablar entre dos personas. Es escucharse en la diversidad de opiniones. Es respetar el punto del vista del otro.

Para pelear también se necesitan dos, pero eso no es dialogar. Hablar peleando no significa libertad de expresión, porque se está condicionando a responder a un enfrentamiento. Es una libertad de expresión condicionada.El diálogo requiere de apertura. Y la libertad de expresión también. La actitud contestataria  desgasta y se utilizan energías que pueden ser aplicadas a cosas más constructivas, de lo que resultará algo enriquecedor para los que dialogan.

Freud decía que los humanos teníamos una sola energía (la libido) que la usábamos para distintas acciones. Si la gastamos en pelear no la podemos utilizar para construir.

 En el caso de la Señora Presidenta se puso a pelear y nos tiene a todos ocupados en defendernos. Además, sabiendo que si nos oponemos seremos descalificados, defenestrados, castigados. Nos pone en la posición de tener que defender hasta nuestros valores, en tener que defender hasta nuestra Constitución. Eso requiere de una energía que no puede ser aplicada para construir. Es destructiva en sí misma. Es desgastante. Además, lo que podamos hacer o decir para defendernos no significa en sí libertad de expresión porque estamos condicionados a entrar en pelea, no en diálogo. En vez de ser una libertad de expresión, al no ser escuchados, es una libertad de hacer ruido. De cacareo sin propuesta.

     El circuito de la comunicación y del diálogo se cierra cuando el otro te da el OK de entendido. Lo que suceda después, si se comparte o no lo dicho depende de muchos factores. Ahora, si te expresás, pero de antemano sabés que no serás escuchado ni producirá ningún efecto, no es diálogo, no es libertad de expresión, no es NADA. Y la democracia requiere de diálogo, de libertad de expresión, de convivencia en la diversidad de opiniones, de trabajo en equipo.

En Argentina no tenemos libertad de expresión.