25 mar 2013

El miedo a ofender a la Reina...

Discúlpenme, porque no soy quien para tirarles con mi indignación por lo que escucho, referente al miedo, en nuestro país. Son años que uno vive en él, como para no darse cuenta, aunque no sea un erudito en la materia. El miedo no es zonzo y el que lo produce tampoco. Decía Torquemada, en la época de la Inquisición, que no podía sostener los mismos sistemas de tortura, porque la gente se acostumbraba. Y diría que va aprendiendo a eludirlos. O va teniendo el desprestigio internacional. O va perdiendo el consenso necesario para sostenerlo. Ya que conmemoramos el 24 de marzo, observemos Latinoamérica en esa época y veremos el consenso que esos golpes de Estado tuvieron. Miremos ahora si tendrían el mismo. De igual manera, el miedo no se puede producir de la misma manera. Dicen: ahora no se tiene que tener miedo porque no se mata a nadie por lo que dice o hace. Es una falasia.
Ahora el miedo está en quedar fuera del sistema. O pasar a ser investigado hasta por minucias o el difundir que todo el pueblo puede ser investigado dando a luz conductas ocultas en caso de tener que presionar, amenazando anónimamente, dando señales de que las amenazas se cumplen o, finalmente con disimuladas o descaradas ofertas de dinero que sólo llegan a captar con mucho riesgo, las cámaras ocultas. El miedo a OFENDER A LA REINA. En ese caso la economía se corre y tu actividad queda fuera del sistema o es expropiada total o parcialmente por el Gobierno de turno. Por eso CLARIN es el baluarte pintado en la bandera de los Caballeros de la Reina.

Muestran la posibilidad de convertir a tus hijos en hijos de desaparecidos o en desmantelarte la empresa desarrollada bajo la mirada protectora del mismo sistema. Así no lo hagan.

Y se va creando miedo y convencimiento de que es mejor quedarse en silencio. Y el surgimiento de la cesura previa. Inclusive si te están sacando el fruto de tu esfuerzo a girones.
Dicen que el primer paso para salir del miedo, es RECONOCERLO, mirarlo a la cara, y saber dónde se “cría”.
Ese pasado marcado por la desaparición de personas que pensaban distinto, de los que estaban en las libretas de direcciones de los que pensaban distintos, crearon consignas que nos marcaron para ser carne de cañón para gente como ésta. Lo vemos en la reacción que tenemos siempre frente al mismo estímulo: el dólar. Ésa es una de nuestras zanahorias. Nos dicen que no pensemos en el dólar y lo suben lo bajan, lo hacen desear, lo muestran como posibilidad de perder el valor de nuestro esfuerzo, nos produce ansiedad. Salimos corriendo o a comprar dólares, o casas, o autos. Manteniendo el consumo interno que ellos aprovechan en una mayor recaudación. Al mismo estímulo, la misma respuesta, el mismo resultado. Nos conocen. Hacen infografías con nuestras conductas. Recuerden lo que siempre sostengo: por miedo, por amor o por odio, nos pueden hacer mover en forma IRRACIONAL, IRREFLEXIVA, IMPULSIVA, que nunca nos va a llevar al mejor camino.
El kirchnerismo instalaron ese MIEDO A OFENDER A LA REINA. Lo instaló Kirchner. Lo siguió si se quiere Moreno. Con sus guantes de boxeo. Con "acá no se vota". Con la ONCCA quitando los permisos de faena.
El miedo no es zonzo. Pero el miedo ofende. Reconozcamos el miedo, pero pongamos en evidencia a quien lo provoca. Es una de las causas de las divisiones de nuestro pueblo, porque nos quitaron la confianza hasta en nuestros iguales que claudican ante el miedo.
Reunámonos, dialoguemos, contengámonos, confiemos en los iguales, desafiemos al miedo y al que utiliza nuestro pasado para mantenerlo vivo. Matemos al miedo de una vez y para siempre. No seamos sus esclavos.


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