10 nov 2011

La apatía va a ser su peor enemigo.

El mayor intervencionismo del gobierno está provocando cambios en la economía argentina.
Así la intervención en la bolsa local con fondos del Anses.
La intervención en el mercado cambiario para limitar la compra de dólares.
Los controles de las importaciones cuyos requisitos son cada vez más estrictos.
Las trabas de exportaciones de trigo.
Sacar los subsidios pero dejando el Presupuesto como está, total después desvían esos fondos con los superpoderes.
El manejo de las coparticipaciones con las provincias. La digitalización política de candidatos en las distintas provincias. Gobernadores gerentes.
Ll modelo empezó siendo un capitalismo de amigos, donde las mejores oportunidades de negocios y muchas grandes empresas, permanecen en manos de los amigos o socios del poder (licitaciones para obras de infraestructura, negocio de los juegos de azar, el sector energético y los medios de comunicación). Ni qué hablar de los porcentajes que quedaron en manos del Estado por las acciones que poseían las AFJPs. El 25% de las empresas en muchos casos.
En la editorial de La Nación del domingo se preguntan: surge claramente que la idea de "profundizar el modelo", sin abandonar el del capitalismo de amigos, puede implicar un giro hacia lo que puede denominarse capitalismo de Estado?.
Andrei Sajarov (Premio Nobel de la Paz 1975) en “Mi país y el mundo” , sustentado en valores como la libertad y la dignidad del hombre da testimonio de lo vivido en la Unión Soviética de 1976: “la definición que más conviene a la sociedad soviética contemporánea es la de “sociedad de capitalismo estatal”, es decir, un sistema que a diferencia del actual capitalismo de tipo occidental, está basado en la total nacionalización y el absoluto monopolio de la economía por el Partido y el Estado, que asimismo, ejercen pleno control sobre la cultura, la ideología y otros aspectos básicos de la vida. Y agrega: como muchos autores señalan, el pleno monopolio estatal conduce inevitablemente a la represión y al conformismo coercitivo, pues todo individuo depende por entero del Estado. En los períodos críticos de represión aparece el terror y en las épocas tranquilas reinan la burocracia inepta, la uniformidad y la apatía”.
Hoy las herramientas son distintas, las coerciones son distintas, los métodos son distintos, pero para un país como el nuestro cuya lucha por la libertad y la dignidad ha costado tanto, no sería bueno que se nos diga qué es lo mejor para cada uno de nosotros. Lo que menos podemos permitir es la dependencia por entero del Estado, no sólo en lo económico sino también en lo cultural y en los aspectos básicos de la vida. Con el tema de la misma libertad de elegir, nos están cerrando las puertas de la libertad.
No digo que el Estado no deba intervenir, todo depende del grado de intervención, del criterio, de los controles que se le puedan realizar al mismo Estado pero ante la debilidad del Congreso pocas son las herramientas que quedan en manos de los ciudadanos. Para muchos el depender del Estado es su salvación pero para el que produce las riquezas el incentivo es temporario, no va a querer tomar decisiones que puedan ser cambiadas arbitrariamente. Es su esfuerzo el que está en juego y no tiene por qué regalarlo. La apatía va a ser su peor enemigo.. No se puede controlar a todos todo el tiempo.

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