Las
estrategias de guerra en democracia son demoníacas. No nos permiten vivir en
paz. Ya lo hablamos en otras oportunidades, ese pensamiento Laclaudino para quien la política es sinónimo de guerra. Ellos
necesitan oponentes fuertes para hacerse fuertes y si no los tienen los
fabrican. A alguien le tienen que hacer la vida imposible para sustentarse. Alguien les tiene que soplar la nuca para avanzar. La masividad de la marcha los perturba pero a su vez los desafía a buscar nuevas estrategias.No
vamos a poder defender nada con una marcha y dos elecciones (2013 y2015) cuando
las urnas las tienen ellos y el "artificio de los contrarios" también (ellos
fabrican sus caballitos de Troya). O se toma conciencia de lo que podemos perder y lo defendemos con la fuerza de la
convicción, no haciéndoselo fácil, o
nos entregamos y chau.
Lo
que quizás debemos entender los argentinos, que el caso Clarín más que la
aplicación de una ley, es un símbolo, es un bastión, es un avance. Las guerras estratégicas de antes ya no son
posibles y un grupo nos ha
declarado la guerra a los que no pensamos como ellos. Como una guerra santa, una guerra de culturas. Y van a ir tomando puntos estratégicos como en
toda guerra. Antes se bombardeaban, ahora se toman. Clarín es un punto estratégico, a la
vista de todos. Si
nos quedamos en las trincheras, ellos van a avanzar y el tema va a ser cuando
todo esté tomado. Se alían con unos, se hacen aliados de otros, y todos sucumben. Después, de qué nos
asombramos?. Lo de la 125 fue mucho
más que una marcha. Fue una acción conjunta con una convicción. Fue
un mostrar que no tenían todo el poder y que con toda la gente en la calle no podían. Sabemos que ellos las elecciones
las tienen embretadas. Detrás de los oponentes pusieron a Solá y a varios más que después
volvieron a sus filas. Pusieron los testimoniales. Adelantaron las
elecciones. Manejan los documentos, los
padrones y el recuento de los votos. No niego que el 8N es muy
importante, pero a Chávez le hicieron lo mismo, una manifestación impresionante y después pudo con sus oponentes. No estamos marcando la agenda, alguien nos puso el día y el lugar, estamos yendo a una convocatoria a la que adherimos, pero la cosa no puede terminar el 8N. Sino la historia nos encontrará hundidos y dominados.
Rosario, 8 de noviembre 20 horas Monumento a la Bandera. Qué paradoja, el día 9 de noviembre comienza la Fiesta de las Colectividades,un lugar de unión, de encuentros de las diferentes culturas que formaron este país en el predio donde nos reuniremos a manifestar nuestra resistencia a una hegemonía perniciosa marcada por el poder de turno.
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