14 mar 2011

Volvamos a plegar las grullas



Sadako Sasaki sólo tenía dos años cuando se produjeron los bombardeos atómicos sobre Hiroshima en agosto de 1945. En el momento de la explosión estaba en su casa, a 1.5 km de la zona cero de la deflagración. Sadako era fuerte, atlética y con mucha energía. En 1954, a la edad de 11 años, mientras corría una carrera, empezó a sentirse mal y cayó al suelo. Le fue diagnosticado leucemia, conocida como "enfermedad de la bomba A".
La mejor amiga que tenía, Chizuko Hamamoto, le recordó una vieja tradición sobre alguien que realizó mil grullas en forma de figuras de papel (origami) y después de ello le fue concedido un deseo por los dioses.
Con sus propias manos, Chizuko le regaló la primera grulla que realizó en papel dorado y le dijo "aquí tienes tu primera grulla". Sadako tenía la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo. Sin embargo, pensó que no sería justo pedir la curación sólo para ella, y pidió que el esfuerzo que iba a hacer sirviera para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo.

Pero su deseo no le fue concedido, el avance de la enfermedad impidió que acabase victoriosamente de realizar la hazaña muriendo el 25 de octubre de 1955 tras 14 meses ingresada en el hospital. Con el papel de los botes medicinales y otros que iba encontrando llegó a completar 644 grullas de papel de las 1300 que se propuso conseguir (se dice que los compañeros de escuela, después de su fallecimiento, llegaron a completar el número aportando las grullas que faltaron por hacer hasta 1000), los mismos que pensaron dedicarle un monumento donde se representaría a Sadako sosteniendo una grulla dorada en su mano, también dedicada a todos los niños que murieron a causa de las bombas atómicas.

Y por fin, en el Parque de la Paz de Hiroshima fue construida la estatua dedicada a Sadako en 1958, en la base está escrito
"Éste es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria; paz en el mundo".
La historia fue tan impactante que trascendió los límites de Japón, convirtiéndose en un referente mundial de los movimientos pacifistas. Siguen llegando grullas de papel que depositan en el monumento.

Es triste que esta gente vuelva a pasar no ya por razones bélicas sino por manipulación de la naturaleza por el mismo drama. Empecemos a confeccionar nuestras mil grullas por la salud del pueblo japonés. Si todos las hacemos vamos a lograr lo que Sadako nos enseñó.
Parece mentira pero hay una muestra itinerante sobre el tema:
http://www.lanacion.com.ar/1305774-la-paz-bien-vale-mil-grullas-de-papel

No hay comentarios.:

Publicar un comentario