11 nov 2010

A qué edad se es viejo en el siglo XXI?


Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene entre 60 y 70 años (y se podrían incluir varios años más).
Es una generación que ha pateado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer.
Este nuevo grupo humano, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura rioplatense le dio durante décadas al concepto del trabajo. Esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso. Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos. La jubilación no es lo importante. Lo principal, es hacer lo que les gusta.
Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad y de ocupar lugares en la sociedad que su madre ni habría soñado con ocupar. Esta mujer pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo y en determinado momento de su juventud en el que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron las carreras que siempre habían deseado, otras eligieron tener hijos, otras fueron periodistas, atletas, o crearon su propio "YO S.A.". Pero cada una hizo su voluntad.
Reconozcamos que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente. Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo, que no son personas detenidas en el tiempo; esta gente maneja la computadora como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escribe, y se ve, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar con sus amigos y les escriben en e-mail sus ideas y vivencias. Viaja, salen en grupos, comparten vivencias con amigas y hasta incorporan nuevas amigas que recoge de esos viajes.
Por lo general están satisfechas de su estado civil y si no lo están no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; ellos conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona y toma nota, a lo sumo.
La gente grande comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo... Saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy esta gente, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, ya que antes los de esa edad ya eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y fracasos y ellos lo saben.
La gente de 60/70 de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo...Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los de 60/70 años en el siglo XXI.
ANÓNIMO

Agrego una estrofa de “Acquaforte” un tango de 1932

Cuarenta años de vida me encadenan,
blanca la testa, viejo el corazón:
hoy puedo ya mirar con mucha pena
lo que otros tiempos miré con ilusión.

Donde observamos que por los índices de mortalidad de la década del 30, un hombre a los 40 años, se sentía viejo. La penicilina prolongó la vida, ya que por simples infecciones morían jóvenes. Ahora estamos frente a un avance de la ciencia y la medicina que permite vivir con calidad de vida muchos más años. Mucha gente trabaja teniendo más de 80 años, y aunque sean excepcionales, teniendo más de 90.

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